El desayuno es simplemente espectacular 🍽️, con opciones frescas y un gusto local que lo hace único. La piscina es tranquila, pero tuvimos que esperar bastante en el restaurante durante la cena.

La habitación con balcón y vista al mar era bonita, pero no tenía minibar, que es esencial. Además, en la cena, el servicio fue tan lento que casi perdí la noción del tiempo. Apenas hay privacidad en los balcones, lo cual es inaceptable. Esperaba un gesto especial por mi estancia, pero no hubo nada. Simplemente vergonzoso.

Bella colina I vintage hotel 1953 es un lugar genial. La decoración vintage está espectacular y la habitación luminosa y muy cómoda. Además, el desayuno fue muy variado, ¡todo muy sabroso! También, la piscina es pequeña pero tranquila, ideal para relajarse. Todo muy limpio y el personal es super atento.

recomendado

El hotel tiene una decoración vintage realmente hermosa que nos hizo sentir en otro tiempo. La piscina es un lugar ideal para relajarse y tomar el sol, disfrutando de una atmósfera tranquila. Nos encantó el desayuno, con una variedad increíble de productos frescos y opciones locales. Además, tanto el personal de recepción como de restaurante fueron extremadamente amables y atentos a nuestras necesidades, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable.

Sin embargo, notamos que la privacidad en los balcones era mínima, lo que puede ser incómodo si quieres disfrutar del espacio exterior.

Estilo vintage, piscina tranquila, decoración exquisita

Además, la privacidad en los balcones es mínima, y eso es un gran inconveniente para relajarse. Podrían mejorar la calidad de los muebles, por ejemplo, en las áreas comunes. ¡Se nota que hay margen para mejoras!!!

encantador, encantador, encantador

La decoración del hotel es simplemente maravillosa, ¡hasta cada rincón tiene su propio encanto! Pasamos momentos fabulosos en la piscina, que es perfecta para relajarse tras un día explorando. Y el desayuno, wow, es un festín de delicias locales que no te puedes perder.

lo recomiendo 😊❤️

seguro que volveré

Las habitaciones tienen aire acondicionado y un balcón chulisimo con vistas al mar. El baño es privado y está super limpio. hay una piscina pequeña, muy tranquila, con sillas y sombrillas. El desayuno es buffet variado, con productos frescos y unas tostadas que estaban riquísimas. El personal es increíble, siempre atentos y amables.

La piscina era ideal para relajarse.

La terraza de la habitación tenía vistas que te hacían sentir como rey del mundo, perfecta para disfrutar del atardecer con una bebida fresca. La piscina parecía una escena de película, ideal para relajarse después de un buen recorrido por los hermosos senderos de la Sierra de la Tramuntana, donde las bicicletas se sienten tan felices como un niño en un parque de diversiones.

Mínima privacidad en los balcones

El hotel tiene un diseño vintage increíble y una piscina ideal para relajarse tras explorar. Perfecto para ciclistas, con vistas al mar y montañas. ¡Puedo ver por qué se siente como en casa!

No sé quién diseñó los balcones sin privacidad, pero podría darme una clase de cómo hacer nuevos amigos!

Desayuno delicioso y personal muy amable. Wifi un poco lento, pero todo bien.

La decoración del hotel es realmente encantadora y el desayuno fue muy variado y delicioso. Sin embargo, el ruido de la calle puede resultar molesto, y faltaron algunas comodidades como un hervidor de agua en la habitación. En general, es apropiado para unas vacaciones familiares cortas.

La decoración vintage es impresionante, además la zona de la piscina es ideal para relajarse. ¡Me encantó el ambiente acogedor!

me sentí mejor que en casa, no me puedo quejar

Fue un lugar perfecto para una visita rápida en Peguera con una extraordinaria relación calidad-precio. La piscina es muy agradable y perfecta para relajarse después de un día explorando. Asegúrate de llegar temprano para disfrutar del desayuno variado.

La decoración vintage en Bella Colina es impresionante, cada rincón tiene su propio encanto. La habitación con balcón y vista al mar es luminosa y cómoda, aunque la falta de un minibar se siente. El desayuno fue increíble, variado y con productos frescos, todo estaba delicioso. La piscina es pequeña pero tranquila, perfecta para relajarse. Sin embargo, la privacidad en los balcones es mínima, lo que puede ser incómodo si buscas un poco de intimidad. El servicio del restaurante fue lento durante la cena, tuvimos que esperar bastante. En general, el ambiente del hotel es acogedor, y el personal es muy atento, pero hay detalles que podrían mejorar la experiencia.